jueves, 26 de febrero de 2009

Santo Stock

Mapa del Stock-lón
Allá por diciembre de 2003 escribí una carta en elhAll 76 titulada daños colaterales en la que denunciaba el uso que se le estaba dando al paseo del Espolón con montajes como aquella pista de hielo.
El año pasado ya invadió el paseo la feria Logrostock, y debió ser tan rotundo el éxito, que se repite en estos días una nueva edición. Entre aquel éxito (y seguro que éste) y la indignación que me produce ver durante tres semanas patas arriba el citado paseo, debe ocurrir algo que debo meditar en blogz alta.
En San Mies precisamente alababa la exquisitez de algún encargado de montar la exposición itinerante de Manolo Valdés.
Cruzar estas dos semanas de montaje y otra más de desmontaje el Espolón produce auténtica desazón a este humilde creyente del habitar de dios en el detalle, como bien explicaba en el post miesino.
Este Expo-lón (ya parece en firme que estamos ante un nuevo descampado ferial) o Ex-polón (porque es evidente que ha perdido todo su sentido de ágora) ya está absorbido por el idiota mundo del parque temático, mundo Disney, globalización o como lo queramos llamar (claro, que peor lo tienen los maños con su Las Veganegros).
Y me pregunto.
Por qué tiene que ubicarse un mercadillo en el Espolón? De siempre los mercadillos se han colocado en descampados próximos a las ciudades, en superficies de aparcamientos de estadios de fútbol o similares, salvo el rastro y algún otro.
Por qué un mercadillo tiene que ocupar-invadir el centro más representativo de la ciudad durante tres semanas? De siempre, los mercadillos se montan a las 6 de la mañana y para la hora de comer no queda más que la basura generada.
Por qué los comerciantes tienen que vendernos todo su stockaje en el Espolón? No era más fácil montar una campaña que durara tres semanas de "derribos Arias" cada uno en su tienda? Esto favorecería conocer la ciudad, pasearla, y el negocio sería el mismo. Así se hace con el festival de la tapa y el crianza, que además de cogerla, haces ciudad.
Acabarán los de los bares haciendo su pincho-stock? No os riais, en Burgos ya lo hacen. En la Plaza Mayor!
Podremos los arquitectos montar nuestro proyecto-stock? Con la de proyectos truncados que tenemos en los cajones, llenamos una feria de éstas.
Para que sirve el recinto ferial de Albelda?
Quién se forra con todo esto? Lo imagino.
Cuántos votos se consiguen? Ni idea, pero vaya sacrificio el que debe hacer la ciudad.
Cuántas tonterías vamos a leer en los periódicos? Muchas.
Quién lo paga? Lo sé, nosotros.
Quién lo sufre? Yo desde luego y durante tres semanas.
Qué hay del gusto, el detalle o la estética? Véase el reportaje fotográfico.
Qué educación genera? Pues por ejemplo, ésto.

Que hay que descargar? Pues se monta un carril carga-descarga inutilizando el mismo, en plena calle Miguel Villanueva. Con dos cojones.

O resulta que despúes de todo, ya que el éxito de público y negocio están asegurados y así nos lo confirmará la prensa, nos han hecho los políticos y especuladores a los ciudadanos tan adictos a tener la ciudad en obras (Juan Díez del Corral profundizaba hace años en el tema con los artículos la ciudad en obras y la ciudad sin obras) que nos metemos lo que sea, obras permanentes, obras paralizadas, obras de carril-bici, obras en ruinas por la avaricia de algunos (Maristas), etc, etc. Y como no nos basta con todo esto, también le pegamos a las obras efímeras en vena; Belén del Ayuntamiento, carpa de la Caixa en el Ayuntamiento, Logro-stock en el Espolón, en tan solo dos meses.
Nos debe ir la marcha.

Ya me diréis, pero a mí me parece que el caballo del general cada vez tiene más hinchados los huevos. Si cabe.

miércoles, 18 de febrero de 2009

El martirio de Santa Yolanda

Hace dos años esta noticia publicada en La Rioja, prueba de amor, embelesada por la proximidad a San Valentín con ese empeño periodístico de enlazar chorradas, describía un estado de amor puro y público que rozaba el ridículo y desde luego producía gran vergüenza ajena, tanto el hecho como la noticia. Pasados dos años, la gran venganza, de la misma autora, pone a caldo al que antes trataba como ejemplo cupidil.
Pues bien, ahora mismo, y con el agravante de hacerlo por San Valentín, están torturando pura y públicamente a las yolandas, haciéndole todo tipo de perrerías; estiramientos de los cables libres de halogenuros, retorcimientos incruentos de las lámparas, punzadas penetrantes en la óptica, quemaduras con mayor número de vatios hasta conseguir diámetros y conos de apertura óptimos, haces deslumbrantes luminosos en los ojos y un sinfín de horrores más hasta que confiesen su culpabilidad.
Hemos pasado del sonrojo que provocaba aquel engolamiento al sonrojo que provoca el escarnio público. Tan sólo en dos años.
Y la pasta que nos está costando.
Lo vengo diciendo hace tiempo, las yolandas podían utilizarse, además de bien-mal-iluminar, para colgar de las patas y boca abajo a todos éstos. Igual hacían falta más yolandas.

viernes, 13 de febrero de 2009

miércoles, 11 de febrero de 2009

Santa Rectificación

Vaya cruz la cuesta de enero famosa! Ni un post! Pero como rectificar es de sabios y necesito autoánimos, posteo otra vez.

Hablando de rectificar, nuestro alcalde ha prometido un arreglo integral de la Gran Vía para dejar de meter pasta a degüello en continuo chapuzeo.
Y digo yo, puestos a rectificar, que rectifique la puñetera curva (eje retorcido del mal) en el más geométrico sentido de la expresión, porque si no lo hace mañana, lo tendrá que hacer pasado mañana, ya que el sentido común se acaba imponiendo (qué más quisiera creerme ésto)
De paso, que quite rotondas, farolas-cruces, palmeras, semáforos incoherentes, plazas escoñaviejas y mataniños, etc.
Gorgorito se puede quedar, que hace mucha gracia a chicos y grandes y da mucho juego para hacerse fotos con él.
Pues cuanto antes, mejor.